Escribo desde que aprendí a escribir.
Mi aitite era un gran lector y mientras le observaba con un libro entre las manos sentado en su sofá me propuse que algún día leería lo que yo había escrito. Y así lo hice, en cuanto pude escribí un cuento que él guardó y que aún está en algún álbum.
Durante la adolescencia me dediqué a la poesía. Es una época intensa y la inmediatez que me proporcionaba encajaba más conmigo en ese momento. publiqué en varias revistas literarias.
A los diecisiete años escribí una novela pero solo por el reto de saber que era capaz de hacerlo.
Nunca dejé de escribir pero estudié Historia del Arte, otro campo con el que también disfruto mucho aunque nunca me haya dedicado a ello. Al terminar decidí hacer un curso de guión de cine y televisión.
Así terminé trabajando durante ocho años para una productora de televisión escribiendo una serie de ficción.
Cuando llegó la crisis y se acabó mi trabajo decidí que, después de haber estado ocho años escribiendo lo que otros me decían, era hora de ponerme con lo que yo quería así que estudié cocina (otra de mis pasiones, aunque descubierta de forma tardía) y empecé a escribir la trilogía «Las Revueltas».
Así llegaron mis tres primeros libros:
- «Canción de cuna para una noche de tormenta»
- «La catedral que protege nuestros sueños»
- «Tus ojos al otro lado de la muralla»
Me decanté por autopublicarlos, el primero con una editorial de crowdfunding y los otros dos con Mundopalabras (ahora Rubric).
Pero llegó el momento de dejar la literatura juvenil y escribir sobre lo que tenía cerca, sobre Bilbao y sus acontecimientos, lo que realmente siempre me había llamado la atención. Así surgió «Si el agua nos lleva».